Cómo sacar más rendimiento a tus equipos Fitoliva mejorando la precisión de cada pasada

En Fitoliva fabricamos nuestros atomizadores, equipos suspendidos y barras de herbicidas desde el diseño hasta la personalización según el cultivo y las necesidades de cada explotación, con el objetivo de que el agricultor pueda aplicar sus tratamientos con la mayor eficacia posible siguiendo las recomendaciones del Ministerio de Agricultura.

Aun así, campaña tras campaña vemos los mismos retos en muchas fincas: solapes inevitables, pequeñas zonas sin tratar, cabeceras complicadas y jornadas en las que el tractorista termina más cansado de lo que le gustaría. En este contexto, y en conversación continua con Víctor Manuel Almarcha , técnico especialista en GNSS aplicado a agricultura de precisión en GPS Tractor , analizamos cómo dar un paso más sin cambiar de máquina, solo añadiendo un kit en el tractor.

La precisión como punto de partida en los equipos Fitoliva

Quien invierte en un equipo Fitoliva busca sobre todo regularidad y fiabilidad. En nuestros atomizadores trabajamos para que el reparto de aire y caldo sea uniforme y para que el agricultor pueda ajustar dosis con confianza. Lo mismo ocurre con nuestras barras herbicidas, desde las versiones manuales hasta las hidráulicas con varios movimientos, diseñadas para aportar comodidad, robustez y un tratamiento lo más preciso posible en cada pasada.

Además de los atomizadores para olivar y otros leñosos, Fitoliva fabrica barras herbicidas frontales e interfilas que se adaptan a distintos marcos de plantación: barras hidráulicas interfila para morro de tractor, barras hidráulicas dobles, barras horizontales de varios movimientos o barras tipo libro para anchuras mayores. Todos estos equipos tienen algo en común: funcionan mejor cuando el tractor mantiene trayectorias coherentes parcela tras parcela.

Cuando la máquina está bien, pero las líneas fallan

En el campo, muchos problemas de uniformidad no vienen del equipo, sino de la repetibilidad de las pasadas. Un atomizador puede estar bien regulado, con boquillas calibradas y presión estable, pero si cada paso de calle lleva un pequeño error de solape o se queda unos centímetros corto, al final de la campaña aparecen diferencias de vigor y consumos de producto superiores a lo esperado.

Algo similar sucede con las barras herbicidas: en equipos frontales o de gran anchura, cualquier desviación obliga al tractorista a corregir continuamente. El resultado son franjas solapadas, otras menos cubiertas y cabeceras en las que se concentra producto y tiempo de trabajo. El problema no es la máquina, sino la dificultad de mantener la línea perfecta durante horas.

Qué puede aportar una ayuda en la cabina

Aquí es donde la agricultura de precisión se convierte en un aliado natural de los equipos Fitoliva. Sin cambiar la filosofía de trabajo, un kit de autoguiado para tractor puede apoyar al operador para que el tractor siga trayectorias rectas o curvas repetibles, con una separación constante entre pasadas. El equipo de aplicación sigue funcionando como siempre, pero se beneficia de una conducción mucho más estable.

En palabras de Víctor Manuel Almarcha, “cuando el guiado del tractor deja de depender solo del pulso del operador, lo que el atomizador o la barra herbicida hacen bien se nota más y se ve mejor en la finca”. La clave no está en cambiar de máquina, sino en darle un entorno de trabajo más preciso.

Cómo encaja el autoguiado con los equipos Fitoliva

Un conjunto tractor–equipo más estable

Un kit de autoguiado combina un receptor GNSS de alta precisión, un elemento que mueve el volante y una pantalla de control en la cabina. El tractorista marca una primera línea y el sistema calcula las pasadas siguientes manteniendo la separación definida. El operador sigue al mando, pero recibe una ayuda constante para mantener la trayectoria.

Aplicado a un atomizador Fitoliva o a una barra herbicida de la gama de la marca, esto se traduce en que el patrón de aplicación se repite de forma mucho más homogénea. Disminuyen los solapes sistemáticos, se reducen las bandas sin tratar y las cabeceras se organizan mejor. La máquina sigue siendo la misma, pero el comportamiento del conjunto mejora.

Ahorro de insumos y calidad del trabajo

Cuando las pasadas son más precisas, lo habitual es que el volumen total de producto necesario para cubrir la finca tienda a estabilizarse o incluso a bajar, sin modificar dosis recomendadas. Se trata de dejar de tratar varias veces la misma zona por miedo a quedarse corto, y de asegurar que las bandas no queden sin producto por intentar evitar el solape.

Según resume Víctor Manuel Almarcha, “un buen equipo Fitoliva ya es media solución; cuando ordenas las líneas con un autoguiado, lo que suele ocurrir es que dejas de desperdiciar producto en solapes y aprovechas mejor cada pasada”. El beneficio no solo es económico: también se gana en uniformidad visual, facilidad para supervisar el cultivo y capacidad para comparar campañas.

La experiencia en cabina: menos fatiga, más control

El operador se centra en la máquina

Uno de los puntos que más se repiten entre agricultores que empiezan a trabajar con autoguiado sobre equipos Fitoliva es el cambio en la jornada del tractorista. Al delegar la tarea de mantener la línea, el operador puede concentrarse en lo que ocurre detrás: abanico de aire, comportamiento de las boquillas, presión, altura de la barra herbicida, viento, obstáculos, etc.

Como comenta Víctor Manuel Almarcha, “el comentario más frecuente es ahora controlo de verdad el atomizador o la barra; antes iba más pendiente del volante que de la máquina”. Esa sensación de control suele ir acompañada de menos fatiga, algo que se nota especialmente en campañas largas de tratamientos o abonados.

Un plus de seguridad y trazabilidad

Al reducir correcciones bruscas de volante, giros innecesarios y maniobras improvisadas en cabeceras, también se mejora la seguridad en la parcela. El operador dispone de más margen para anticiparse a un obstáculo, mirar por los retrovisores o ajustar la velocidad. Además, al repetir las mismas líneas campaña tras campaña, es más sencillo anotar referencias, planificar cambios de dosis o decidir dónde conviene reforzar tratamientos.

Ejemplo práctico: de un trabajo correcto a un trabajo preciso

Antes: buen equipo, líneas irregulares

Pensemos en una explotación de olivar en marco regular que ya trabaja con un atomizador Fitoliva con depósito de gran capacidad y regulación cuidada. El agricultor calibra caudal, ajusta la velocidad y revisa la máquina con frecuencia. Aun así, al final de campaña detecta:

  • Calles en las que los árboles de la franja central presentan más vigor que los laterales.
  • Cabeceras con zonas claramente solapadas donde se acumula producto.
  • Jornadas de muchas horas con un nivel de cansancio elevado para el tractorista.

El resultado global es correcto, pero existe la sensación de que se pierde eficiencia y precisión simplemente por la dificultad de mantener las mismas líneas una y otra vez.

Después: mismo equipo Fitoliva, líneas guiadas

Cuando esta misma explotación incorpora un kit de autoguiado para tractor, sin cambiar de atomizador ni de barra herbicida, el trabajo diario cambia de forma progresiva. Tras un periodo corto de adaptación, el agricultor suele notar que:

  • Las pasadas se repiten con una separación constante en toda la parcela.
  • Los solapes se reducen y las cabeceras quedan más ordenadas.
  • El consumo de producto deja de “dispararse” en determinadas zonas sin motivo aparente.
  • El operador termina la jornada menos fatigado y con mayor sensación de control.

No hay milagros ni cambios de máquina: lo que se consigue es que el conjunto tractor–equipo Fitoliva trabaje de forma más coherente con cada pasada.

Ventajas prácticas de combinar Fitoliva con autoguiado

  • Mayor precisión en las pasadas: líneas rectas o curvas mejor mantenidas, con menos desviaciones acumuladas.
  • Reducción de solapes y bandas sin tratar: el atomizador o la barra herbicida Fitoliva actúan donde realmente deben.
  • Ahorro potencial de insumos: al evitar repetir zonas, suele disminuir el uso total de fitosanitarios, fertilizantes y agua cuando aplica.
  • Uniformidad del cultivo: un tratamiento más equilibrado facilita que el vigor sea más parejo entre calles y árboles.
  • Menos fatiga del operador: el sistema ayuda a mantener la trayectoria y la persona puede centrarse en supervisar la máquina y el entorno.
  • Más productividad por jornada: se aprovechan mejor las horas de trabajo al reducir maniobras y correcciones continuas.
  • Trazabilidad entre campañas: repetir las mismas líneas facilita comparar trabajos, ajustar dosis y planificar mejoras año tras año.

Mirando a la próxima campaña: Fitoliva primero, tecnología de apoyo después

En Fitoliva seguimos poniendo todo el foco en lo que controlamos mejor: diseñar y fabricar equipos de aplicación robustos, precisos y adaptados a cada cultivo. Pero la experiencia con agricultores y técnicos nos demuestra que, cuando estos equipos se combinan con un sistema de guiado fiable en el tractor, aparece un margen interesante para mejorar la precisión, ahorrar insumos y reducir la carga física del trabajo.

Por eso, cuando un cliente nos pregunta cómo puede sacar aún más partido a su atomizador Fitoliva o a sus barras herbicidas, una de las opciones que recomendamos estudiar es la incorporación de un kit de autoguiado para tractor como complemento lógico. Analizar la orografía de la finca, el tipo de cultivo, el número de hectáreas y las labores más repetitivas es el primer paso para decidir.

Si estás valorando este salto, te animamos a revisar tus equipos Fitoliva actuales, identificar dónde se producen más solapes o zonas sin tratar y hablar con tu técnico de confianza. Y si quieres conocer soluciones concretas y asesoramiento especializado, puedes encontrar kits de autoguiado para tractor en la web de gpstractor.com , donde Víctor Manuel Almarcha y su equipo están centrados exclusivamente en sistemas de guiado para tractores. La combinación de equipos Fitoliva bien ajustados y un kit de autoguiado correctamente configurado puede convertirse en una de las decisiones que más se noten en la próxima campaña.