Las medidas de eficiencia energética pueden representar ahorros de hasta un 60% en negocios o negocios, y es posible reducir el consumo de energía y mantener los niveles de producción. Te explicamos cómo solicitar una auditoría energética, cuánto costará y qué consejos de ahorro implementar en tu negocio.
El Índice de Eficiencia Energética es una escala de 1 a 10 que determina si el consumo de energía realizado en una empresa es eficiente, siendo el 10 la mejor calificación. Para calcular este índice es necesario tener presente distintos factores. Estos son:
El grado de eficiencia que marque este índice determinará si la empresa cubre las necesidades energéticas para desarrollar su actividad, utilizando la energía mínima para ello y, por tanto, reduciendo las emisiones de gases contaminantes.
El objetivo de una auditoría energética es conocer cuál es el consumo energético de un edificio o una habitación, cómo se lleva a cabo y cómo se puede reducir. Normalmente, este estudio se realiza en lugares con alto consumo energético, donde los ahorros económicos que se pueden conseguir son muy elevados.
Según el Real Decreto 56/2016, las empresas que empleen al menos a 250 personas o tengan más de 50 millones de facturación anual están obligadas a realizar una auditoría energética cada cuatro años.
El cumplimiento de esta obligación será supervisado por el órgano de la Comunidad Autónoma responsable de la eficiencia energética. “Realizará, establecerá y aplicará un sistema de inspección para la realización de auditorías energéticas”.
Las pequeñas o medianas empresas, las PYME, pueden realizar auditorías voluntarias, pero no están obligadas por ley.
Para realizar una auditoría energética, un auditor debe visitar el edificio o local en cuestión y, como primer paso, reunirse con los responsables de la empresa y obtener todo tipo de información sobre el edificio.
En esta primera fase se realizará una inspección visual con el fin de conocer de antemano el estado de las instalaciones del edificio. También se tendrán en cuenta variables como área, horario de funcionamiento, clima de la zona y su antigüedad.
Una vez obtenida toda la información relevante, el auditor energético procederá a planificar las acciones a realizar a lo largo del proceso. Además, emitirá un informe preliminar con las principales conclusiones de esta primera inspección.
Una vez establecida la evaluación preliminar, se realizarán mediciones experimentales para certificar si el uso de energía puede calificarse como eficiente.
En esta fase, la eficiencia energética del edificio se determina teniendo en cuenta una serie de valores obtenidos durante la fase de medidas experimentales. En última instancia, todo se reduce a si se están cumpliendo las regulaciones de eficiencia energética.
Una vez obtenidos los datos sobre el comportamiento y consumo energético del edificio o local, estudiamos cómo optimizarlos al máximo. Es en esta fase donde se determina la capacidad de ahorro energético de la empresa.
El auditor proporcionará una lista de propuestas a realizar. Con la propuesta, los ahorros deben especificarse en términos de energía (kWh / año), económicos (€ / año) y ambientales (kgCO2 / año).
Las acciones reflejadas en el informe pueden ser gratuitas o costosas para el empleador. Además del monto a invertir, el informe también puede incluir el tiempo de recuperación de dicha inversión.
Finalmente, se entregará al cliente un informe con todos los datos recopilados. Él mismo puede elegir libremente si aplica o no todas las propuestas de mejora indicadas en la auditoría energética.
Las empresas que no respeten la obligación de realizar una auditoría energética cada 4 años están expuestas a multas de hasta 60.000 €.